viernes, 7 de septiembre de 2018

CLAVES PARA LEER A CONCHA ESPINA DESDE EL SIGLO XXI

Por Mercedes G. Rojo

Concha Espina, una mujer con carácter según
retrato realizado por Virginia del Arco. 
          Afrontar a escritores de otras épocas nunca ha sido tarea fácil para los lectores y menos aún en un siglo como éste en el que lo visual, su rapidez y su momentaneidad prima sobre todo lo demás. Si a ello unimos la evolución del lenguaje, el cambio de prioridades en temas y estilos, esa tarea se complica aún más; y si así lo es para los autores y obras considerados como clásicos –que forman parte de la nómina de referencia en instituciones educativas y otros ámbitos culturales-  aún lo es más para quienes no han conseguido pasar el corte de los que han establecido los criterios para que su obra forme parte de dichas listas.

            Pero ¿quién y por qué establece dichos criterios? ¿Quién decide quiénes sí y quienes no merecen ser leídos o al menos conocidos en su biografía y/o en su bibliografía? A estas alturas del siglo XXI prácticamente todos somos conscientes de la arbitrariedad de tal trabajo que, según épocas y circunstancias, puede resultar más o menos parcial. Si a ello unimos que metódicamente, hasta hoy en día, dichos destinos han estado en manos masculinas y con visiones claramente patriarcales –con todas las connotaciones que ello implica- comprenderemos por qué en el listado y las antologías generales se cuentan con los dedos de las manos los ejemplos  de escritoras a lo largo de los siglos anteriores que sin embargo en su momento dejaron patente su valía en el campo de la creación literaria.
            Afortunadamente en los últimos años, aunque poco a poco, se va invirtiendo esa tendencia gracias fundamentalmente al trabajo de las investigadoras y divulgadoras que se implican en ello; aunque aún queda mucho por hacer, entre ello acercar al gran público la vida y obra de esos personajes silenciados u ocultados, poniendo al alcance del lector claves para comprender mejor las obras que en su momento destacaron entre el público de cada época.  En esa labor estamos el colectivo de escritoras y artistas que desde el pasado 8 de marzo nos hemos involucrado en el proyecto Rescatando a Concha Espina, que al menos durante un año estará en marcha con el objetivo de visibilizar la vida y obra de esta escritora perteneciente a la Edad de Plata española, más allá de los prejuicios que la han condenado al ostracismo; una ingente obra que pasa por la escritura de artículos, novelas, poesía, obras teatrales o relatos con una gran proyección nacional e internacional avalada desde prestigiosas e instituciones y por los más valorados premios del momento.
            En determinados círculos se la considera una autora cuyo uso del lenguaje ha quedado obsoleto. Bien es cierta su particularidad al tratarse de lenguajes que, en cada obra, se adaptaban a la idiosincrasia del tema que en cada momento trataba, acercándose al habla de la zona o del grupo social que la protagonizaba, circunstancia por cierto que siguen utilizando hoy en día muchos autores. Al margen del uso lingüístico y salvando las distancias que imponen las distintas realidades de la época, Concha Espina trató en sus novelas (principalmente en las más reconocidas, premiadas y de proyección internacional) temas sociales de gran enjundia para la realidad del momento en los que abordaba por ejemplo la situación de la mujer (La esfinge maragata) o la situación de colectivos como el minero (El metal de los muertos).
            Volver a sumergirnos hoy en la lectura de sus obras puede darnos idea de la modernidad de los temas afrontados aún cuando, como es lógico y como también hicieron otros compañeros de la generación del 98 a la que se adscribe, utilizase para ello el lenguaje y los estilos propios del momento.  ¿Qué ha ocurrido entonces con esta escritora? Somos muchos quienes creemos que se ha cometido con ella una tremenda injusticia en la que se han antepuesto criterios personalistas y poco ortodoxos a la realidad de la importancia de su obra, poniendo por bandera para marginarla de nuestra historia literaria circunstancias que a otros no se les ha tenido en cuenta o que se les han perdonado.
            Hoy, a punto de cumplirse 150 años de su nacimiento, ya hay movimientos que tratan de darle una nueva oportunidad a su obra. Pero ¿cuáles podrían ser las claves para una adecuada lectura de sus textos desde hoy?
  1. Desprendernos de prejuicios que poco o nada tienen que ver con la obra en sí misma sino más bien con circunstancias personales que han desembocado  en determinadas situaciones por las que tal en otro momento no hubiera pasado.
  2. Contextualizar la época. No podemos leer una obra literaria partiendo desde las premisas de nuestra actualidad. Cada obra es hija de su época y de las circunstancias que la marcan y obviar esta realidad es una sinrazón que nos impedirá alcanzar el verdadero sentido de cada una de ellas.
  3. Contextualizar el lenguaje de la época. Lo mismo ocurre con el lenguaje  que es un ente vivo que va evolucionando con el tiempo y las circunstancia. Solo tratando de situarnos en la época descrita en cada obra, en la realidad que recoge seremos capaces de darnos cuenta de la riqueza del mismo, del profundo conocimiento de una lengua que en cada obra se ajusta a las circunstancias descritas, al tiempo, al espacio y a la idiosincrasia de los personajes que por ella desfilan. ¿O acaso nos sería creíble un Quijote, o un Lazarillo totalmente adaptado al lenguaje y los modismos de este nuestro tiempo?
  4. Contextualizar las circunstancias vitales del autor. Todo autor pasa por distintas circunstancias vitales a lo largo de su existencia, circunstancias que pueden provocar giros en el desarrollo de su obra, alteraciones de un estilo, altibajos en la calidad de las obras publicadas, máxime si la escritura es el único medio de vida que se tiene y si la trayectoria es larga. En este caso tal vez existan obras que puedan considerarse como auténticas obras de arte,  otras que darán pie a la profesionalidad del propio escritor, y otras que serán meros ejercicios de subsistencia. Cada persona tiene sus propios claroscuros, también en el mundo del arte. Y aún sabiendo que las circunstancias personales dejan sin duda su impronta en toda obra, deberíamos aprender a estar por encima de prejuicios banales y/o al menos aplicar el mismo criterio a todo el mundo, más allá de su condición de género, su nacionalidad, su religión, en una palabra, sus diferencias.
  5. Por último, sería de agradecer (tarea que alguien debería afrontar para generalizar su lectura) la incorporación a sus obras principales de un diccionario de términos  o de anotaciones explicativas de algunos puntos importantes, cosa nada nueva por cierto en el mundo de la literatura, pues al cambiar los contextos hay situaciones que son incomprensibles para un lector actual. Pero ¿acaso no ocurre así, y en consecuencia a ello se ha obrado, con muchos de nuestros clásicos como  el Quijote, el Libro del Buen Amor, el Lazarillo  y otros, que siguen siendo referencia principal para el conocimiento de nuestra literatura?
            La obra de Concha Espina tuvo la suficiente importancia  y reconocimiento en su momento como para darle una segunda oportunidad. Una oportunidad por encima de prejuicios banales y fobias que se asientan en nosotros desde la sinrazón, el desconocimiento y la intransigencia hacia quienes son diferentes a nosotros. Tal vez así, desde un acercamiento descargado de prejuicios y que parta de un cierto conocimiento de su época y circunstancias, nos permita descubrir en ella más rasgos de modernidad de lo que pudiéramos imaginarnos. Así le ha ocurrido a muchas de las mujeres, de las artistas de las distintas disciplinas y edades que, a partir de este proyecto, se han acercado a su obra y se han dejado sorprender por ella. Así que les animamos a que también ustedes lo hagan.

UN LIBRO PARA CELEBRAR DOS AÑOS AL LADO DE CONCHA ESPINA

ARTISTAS LEONESAS AL RESCATE DE CONCHA ESPINA. Un libro como salvaguarda de dos años de homenaje a una escritora ignorada

              En marzo de 2018, teniendo como leitmotiv la celebración del Día Internacional de la Mujer, un grupo de mujeres leonesas desde...