lunes, 31 de agosto de 2020

UN DIÁLOGO DE ARTISTAS como un paso más para conocer bajo otras perspectivas a CONCHA ESPINA.

Uno de los textos que aparece recogido en el libro recopilatorio de los proyectos que durante dos años recorrieron la geografía leonesa en torno a la figura y obra de la escritora Concha Espina, surgió con motivo de la presentación de la exposición que se le dedicó en la Casa Museo de Santa Colomba de Somoza. El mismo fue tejido por Mercedes G. Rojo en torno a algunos versos de la propia escritora y frases y comentarios entresacados de las palabras que las diferentes participantes en la muestra le dedicaron al hilo de lo que a cada una de ellas les inspiró para sus propias creaciones. 

Una forma diferente de percibir la personalidad de Concha y de su creación literaria. Una mínima muestra de lo mucho que se puede encontrar en este libro que ahora pueden tener entre sus manos, para descubrir muchas perspectivas de una misma persona. 


UN DIÁLOGO entre ARTISTAS.


Concha: Yo soy una mujer: nací poeta,


y por blasón me dieron

la dulcísima carga dolorosa

de un corazón inmenso.

En este corazón, todo llanuras

y bosques y desiertos,

han nacido un amor, interminable,

y un cantar gigantesco;

pasión que se desborda de la tierra

y que invade los cielos…

Ando la vida muerta de cansancio,

inclinándome al peso

de este afán, al que busca mi esperanza

un horizonte nuevo,

un lugar apacible en que repose

y se derrame luego

con la palabra audaz y victoriosa

dueña de mi secreto.

Yo necesito un mundo que no existe,

el mundo que yo sueño,

donde la voz de mis canciones halle

espacios y silencios;

un mundo que me asile y que me escuche:

¡le busco, y no le encuentro…![1]

 

Artista. Ay, Concha, querida Concha. Nosotras, las artistas de esta tierra que un día llevaste por el mundo, te ayudaremos a encontrarlo. Te ayudaremos a transformarlo en imágenes inspiradas por tus palabras, ¡tan audaces a veces  para aquella etapa en la que viviste!, mientras buscamos en ellas el origen de tu pensamiento.

Concha. Es en mi mismo origen donde está el surgimiento de cada una de mis obras, que irrumpen, que surgen dando inicio a los diversos caminos por los que transcurrí a lo largo de mi vida, conformados por mi propio pensamiento.

Artista. Y de tu pensamiento también tu propio feminismo, entendido desde tu espíritu católico pero no por ello menos preocupado por los problemas que acuciaban a la mujer de tu tiempo 

Concha. Problemas que yo misma sufrí a veces en mi propia carne, pero que logré superar para convertirme en una mujer fuerte, al menos en apariencia ante los demás que me negaban lo que mis esfuerzos y triunfos merecían.

Artista. Y así te vemos nosotras, mujer de gran fortaleza, trabajadora sin límites, mujer de tierra, del día a día, de paso a paso, que busca en la literatura su refugio

Concha. Porque  la literatura me cura…

Artista. Te cura como nos cura el arte, como se convierte cada instantánea tomada por  la fotógrafa en un diálogo interior e intencionado de gran poder terapéutico, enriqueciéndola,  fortaleciendo su propia identidad a través del instrumento de la imagen.

(Pausa)

Concha. Ciega, escribo sobre una tablilla guía hasta el final de mis días, porque necesito sentir el rasgueo de la pluma entre mis dedos, dejar que las palabras lleguen al papel a la velocidad que mi mente les imprime.

Artista. Ciega, nos muestras con tu tesón que es posible salir adelante a pesar de la adversidad de los tiempos y que es posible seguir plasmando los paisajes que aún guardas en lo más profundo de tu memoria. Y así los llevamos nosotras a nuestra obra, plasmándolos intuitivamente, representándolos todos sin copiar ninguno.

Concha. Y mis protagonistas se adelantan a mi tiempo, luchan por la igualdad como pueden mientras, sin buscarlo, con mis palabras abro camino a quienes vienen tras de mí por la senda del tiempo. 

Artista. Como palomas que sobrevuelan Valdecruces…, palomas símbolo de relativa libertad, domesticada… Cuentas de un roto collar, el borde sangriento de una herida donde naufragan las ilusiones de tus protagonistas, de tu protagonista, de Florinda, de Mariflor…

Concha. Y denuncio ese lugar, ese personal e íntimo país, donde no existen más que esclavas, nunca reinas; como denuncio también  que, ni aquí ni en ninguna parte, las personas trabajadoras tienen que pedir limosna sino justicia, pues quien trabaja lo merece todo, y sería indigno aceptar como un favor lo que se puede exigir como un derecho.

 

Artista: Y así, una vez tras otra, fuiste capaz de transmitir los anhelos, los miedos y las virtudes de las mujeres de estas y otras tierras -las siervas de la gleba- que, con unas condiciones de vida duras, demuestran que su potencia y su forma incansable de luchar es capaz de  vertebrar la unidad de los suyos y de su tierra. 

 

Concha: Trabajadora incansable de las letras, como algunas me habéis llamado, traté de mostrar en mi  obra el carácter social de mi escritura, el grito de justicia para las mujeres y para los trabajadores que en mis novelas recogí como protagonistas.

Artista. E hiciste de tu vida un camino, que recorriste  hasta el último momento de forma creadora,  a pesar de haberte quedado ciega; un camino que nos dejas en herencia, marcado por el ejemplo de tu gran capacidad de trabajo, de tu tenacidad, de tu empeño en seguir escribiendo, como nosotras hemos de hacer para seguir creando.

Concha. Sin dejarme vencer por las dificultades de promoción que sufríamos las mujeres de mi propio tiempo, demostrando que era capaz, autosuficiente, igual al resto de mis compañeros de letras…

Artista. … dejándote  acompañar por  un velero de papel con mil palabras escritas, con el que sorteabas escollos mientras tu imaginación volaba a escondidas para cedernos un legado  inmenso que has ido dejándonos  en rastros de tinta… senderos de mil vidas, sendero de vida. Siempre. Aunque a veces también el desánimo hiciera mella en ti y tu voz llegara a sonar como una rota campanada.

Concha. ¡Todo está dicho ya!... ¡Qué tarde llego!...

Por los hondos caminos de la vida

pasaron vagabundos los poetas

rodando sus cantigas:

cantaron los amores, los olvidos,

anhelos y perfidias,

perdones y venganzas, zozobras y alegrías.

 

Presentadora:  Pero a pesar de esos versos de Concha Espina, no es verdad que todo esté dicho ya, que sea tarde, al menos ¡no! para conocer a esta autora con una visión actual y libre de prejuicios, para conocer las voces literarias, las muestras artísticas que ha inspirado a partir de este pequeño homenaje que surgió una fría tarde de noviembre como por casualidad y que, durante casi dos años, ha recorrido numerosos lugares, incluidos algunos en el corazón de una comarca que la impresionó y que inmortalizó para siempre en su obra  La esfinge maragata. Con sus luces, con sus sombras, como no podía ser de otra manera puesto que eso mismo son todas las vidas, luces y sombras que se van cruzando por los mil caminos que van tejiendo nuestra existencia.

[1] Poema incluido por la autora en su obra La esfinge maragata (capítulo XI, La musa errante) y puesto en boca del personaje que da nombre al capítulo,  uno de los que formaba parte del grupo de cómicos de la Legua que visitaron las tierras maragatas. 


Este recopilatorio que aporta tantas visiones diferentes sobre  una escritora que resulta más fascinante cuanto más se la conoce, mucho más allá de las luces y las sombras que hasta el momento nos han llegado sobre ella, ya se encuentra en imprenta y ya tiene fecha de presentación (Será el 15 de octubre si las actuales circunstancias sanitarias no vuelven a complicarnos la vida). 

Si no quieres quedarte sin él y sí participar en el proyecto como colaborador/a, aún puedes realizar tu reserva por unos días a través de nuestro correo específico

rescatandoaconcha@yahoo.com

¿Quieres unirte al resto? Te esperamos,



UN LIBRO PARA CELEBRAR DOS AÑOS AL LADO DE CONCHA ESPINA

ARTISTAS LEONESAS AL RESCATE DE CONCHA ESPINA. Un libro como salvaguarda de dos años de homenaje a una escritora ignorada

              En marzo de 2018, teniendo como leitmotiv la celebración del Día Internacional de la Mujer, un grupo de mujeres leonesas desde...